Un cuadro negro podría cambiar por completo lo que entiendes hasta hoy del arte
Un cuadro negro podría ser una de las obras más profundas de la historia de arte
Posiblemente la pintura más icónica de Rusia sea un cuadro negro. Sí, así de simple, la única figura que podemos observar es un cuadrado negro sobre un fondo blanco y ninguna otra imagen.
La pieza de Kazimir Malevich es también una de las obras más importantes del mundo. Cambió el rumbo del arte, al ser la primera pintura sin elementos figurativos; pero también una obra que marcó el parteaguas de una era política a nivel mundial.
Black Square fue creada en 1915 en la efervescencia de la revolución soviética, que condujo a la creación de la república socialista.
En la obra se perciben ligeras pinceladas como huellas dactilares y la capa de pintura negra agrietada. A decir del artista:
“La verdad absoluta sólo puede realizarse a través del sentimiento puro”.
El cuadrado negro representa los sentimientos y el fondo blanco, la nada.
Una pintura negra es la forma más arriesgada y poderosa de expresar el final y el principio de un cambio, representar lo que no entendemos, lo que no es claro, el caos, la turbulencia, la nada, el vacío, el infinito. Todas estas ideas alienadas resultan una manera casi perfecta para representar el inicio de una revolución.
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Con esta obra, Malevich presentó al mundo un nuevo movimiento, el suprematismo. Un lenguaje que privilegia la forma más abstracta de la pintura, con figuras geométricas puras y coloridas que siguen una composición expresiva, y que sirven como poderosos símbolos místicos de tiempo y espacio.
Se dice que la obra de Malevich fue una de las grandes inspiraciones para la arquitectura moderna, específicamente en el estilo neofuturista de Zaha Hadid o Tadao Ando.
Este cuadro, albergado en la Galería Tretyakov de Moscú, es uno de los tesoros más grandes de Rusia. En la coyuntura mundialista me pareció interesante resaltar su historia, pero no sólo por esa razón creo que es oportuno hablar de ella.
Si hoy pudiéramos describir qué pintura refleja el ánimo de México con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador sería Black Square: el símbolo de un país en crisis, con desgobierno, el final de una era, y al mismo tiempo, los principios de una nueva historia, un nuevo capítulo político, que abraza sentimientos de esperanza, y al mismo tiempo de poca claridad. Hoy es el final, el inicio, la nada.
